Vampiro de Ciechanow (1934)
UN MUCHACHO SALVAJE
El caso que presentamos a continuación apareció como una noticia del diario Time Magazine, con fecha del 28 de mayo de 1934. Simplemente vamos a presentar una traducción propia de la noticia, la cual habla por sí misma.
Ubicación de Ciechanow en el mapa de Polonia. (WikiMedia Commons)
La semana pasada cuando unos campesions de la ciudad polaca de Ciechanow volvían a casa atravesando un fresco bosque de abedules escucharon por octava vez los horribles gritos de agonía de una niña. En las tres últimas semanas siete veces habían encontrado en prados y arboledas a niñas de entre 3 y 6 años apuñaladas en el estómago y sangrando abundantemente. Según decían, un horrible niño que gruñía como un animal les había atacado con un cuchillo y se esfumaba tras beber su sangre. Dos de las niñas se desangraron hasta morir antes de que pudieran ser hospitalizadas.
Polonia, Bohemia, Ucrania y Rusia Blanca son las guaridas tradicionales de los vampiros, muertos vivientes que duermen en sus ataúdes durante el día, y se levantan de noche para chupar la sangre de personas inocentes. Cada campesino polaco sabe que la única manera de mantener a un vampiro en su tumba es decapitándolo, o enterrándolo boca abajo en un cruce de caminos con una estaca de madera de roble en el corazón. Este vpeculiar vampiro era especialmentes espantoso, pues algunas de las pequeñas niñas habían sido violadas.
Por fin, la última semana cuando escucharon los gritos de un niño en el bosque se quedaron paralizados de miedo un momento pero luego le echaron valor y se lanzaron al rescate. Y atraparon al vampiro, un muchacho de aspecto salvaje y andrajoso que estaba apuñalando salvajemente a una chica.
Gritando y revolvíéndose como un gato montés fue llevado a la comisaría de Ciechanow donde fue identificado pronto como Casimir Tocinski, de nueve años de edad. Físicamente estaba muy desarrollado para su edad. Su madre, una retardada, pastoreaba un rebaño de vacas en verano, y dormía en graneros de granjeros amigos durante el invierno. Su hijo fue llevado a Varsovia, donde los psiquiatras le diagnosticaron como "un completo idiota que no poseía nada, salvo instintos animales".
Los agricultores se santiguaron; ellos ya sabían que los médicos no podrían hacer nada para ayudar a Casimir Tocinski.
Poco más hemos podido encontrar de este caso salvo una pequeña nota en la portada de un periódico brasileño, A Noite, editado en Río de Janeiro y fechado el 18 de mayo de 1934. En este breve nota se afirma que la policía de Varsovia consiguió atrapar con muchas dificultades a Tocinski, hiriendo gravemente a dos agentes con un cuchillo. Puede consultarse aquí. O bien pulsando en la imagen de abajo.
FUENTES
FUENTES
© 2013. Del texto y traducciones, Javier Arries