Tamfana
Estatua de Arminio cerca de Detmold, Alemania
Poco sabemos de esta diosa, salvo por la obra de Tácito que narra como su templo fue arrasado por las legiones romanas en represalia por la batalla de Teutoburgo del año 9 en la que Arminio, nombre latinizado de Armin, un caudillo querusco que había sido rehén de Roma, organizó a la gente de su tribu y a otras, y aniquiló, en una emboscada, al ejército de Publio Quintilio Varo, gobernador romano de la provincia de Germania Inferior. En aquella selva de Teutoburgo perecieron las legiones XVII, XVIII y XIX, junto a seis cohortes y tres alas de caballería, un auténtico desastre militar para Roma. Varo se suicidió durante la batalla.
Después de aquello el emperador Tiberio mandó a su sobrino Germánico con la misión de recuperar el poder de Roma en la región y vengar la humillante derrota. El historiador romano Tácito narra en sus Anales, obra escrita entre los años 115 y 117, las andanzas de Germánico devastando la región y sus enfrentamientos con Arminio. En los capítulos 50 y 51 del libro I de los Anales Tácito describe un golpe militar romano en una región dominada por un templo en honor de la diosa Tamfana, que sólo conocemos por su obra. Esta diosa Tamfana, que no Tanfana como se traduce erróneamente a veces, diosa de los marsios, también era venerada por otras tribus amigas de los queruscos, probablemente los brúcteros y los téncteros. Las legiones cayeron de noche sobre los germanos que habían asistido a un festival en honor a la diosa mientras, después de las celebraciones de juegos y banquetes, yacían en sus camas o estaban borrachos al lado de las mesas. No habían puesto centinelas. Los soldados romanos mataron a todo el mundo sin hacer distinciones de edad ni de sexo, asolando el templo y la región en 50 millas. Probablemente dicho templo era alguna pequeña construcción de madera con un ídolo de la diosa en un bosquecillo sagrado.
La masacre y destrucción del templo tuvo lugar entre finales de septiembre y finales de octubre, por lo que probablemente se trataba de una fiesta del equinoccio de otoño, típica entre los germanos. La diosa por tanto podría ser una divinidad agraria de la abundancia. Algunos investigadores la asocian al culto a las madres, y otros la relacionan con el culto a las dísir nórdicas.
