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Sigenot

Un poema medieval

Sigenot

Hildebrand rescata a Dietrich del pozo de las serpientes. Xilografía de una impresión de 1606 de Sigenot. Staatsblibliothek Berlín Yf 7808

Sigenot es una saga, un poema anónimo, escrita sobre el 1300, aunque parece más antiguo, en alto alemán medio, en la Suabia alemana, y forma parte de un ciclo protagonizado por Dietrich von Bern, que realmente es el rey ostrogodo Teodorico de Verona, Teodorico el Grande, cuyas aventuras con enanos, gigantes y dragones describo en Espíritus y Seres de la Mitología Nórdica. Pertenece a los llamados aventiurehaft (poemas fantásticos). El texto se transmitía de forma oral, hasta que empezó a aparecer de forma escrita a partir del s. XIII. Pese a todos se siguieron contando de boca en boca, y probablemente también se cantaran. Hay dos versiones de la historia vertidas en ocho manuscritos y 21 impresiones, la última de 1661. Fue el poema más popular del ciclo de Dietrich.

En el älterer Sigenot (Sigenot antiguo) Dietrich viaja hasta el bosque, ve a Sigenot, que está dormido, y le propina una patada. El gigante se despierta y, al ver el escudo de armas, reconoce a Dietrich. Anteriormente Dietrich había matado a dos de sus parientes, la giganta Hilde y el gigante Grim. Sigenot reta a Dietrich, el cual no se muestra muy dispuesto a pelear, y acaba prisionero del gigante, que le arroja a un calabozo. Sigenot va entonces hasta Berna, que en realidad es la ciudad de Verona, en busca de Hildebrand, amigo y compañero de aventuras de Dietrich. Encuentra al caballero en el bosque y lo convierte en su prisionero, pero, ya en el calabrozo, se libera, mata a Sigenot, y libera a Dietrich con la ayuda del rey de los enanos, Eggerich. Por fin, los dos caballeros regresan a Berna.

En jüngerer Sigenot (nuevo Sigenot) Hildebrand, viejo maestro y compañero leal de Dietrich, le habla sobre el gigante Sigenot. Y le insta a que no vaya al bosque a enfrentarse a él. Pero eso basta para que Dietrich decida salir de la ciudad e ir a su encuentro. Sus cortesanos le acompañan a la salida de la cidad. Su sirviente Wolffhart se ofrece a encontrarse y batirse con Sigenot por él, pero Dietrich ya se ha bajado la celada de su yelmo y es inútil tratar de convencerle. En el camino el joven e inexperto Dietrich se interna en un bosque, mata una cierva, y se encuentra con un hombre salvaje que tiene prisionero a un enano llamado Baldung. Mata al hombre salvaje y libera el enano. Y éste, agradecido, le regala una joya protectora y le dice que camino debe tomar para encontrar a Sigenot. Dietrich encuentra al gigante, y lucha con él durante varios días. Pero al final Sigenot consigue reducir a Dietrich y lo arroja a un pozo de serpientes. Afortunadamente la joya que le regaló el enano le protege de morir entre las sierpes. Mientras, Sigenot se encamina hasta Berna, donde Hildebrand, preocupado por la suerte de Dietrich, que hace tiempo partió y aún no ha regresado, decide ir en su busca. En el camino se cruza con Sigenot, que le estaba esperando preparado para una emboscada. El gigante le derrota y lo lleva a su cueva. Pero Hildebrand consigue liberarse, se pone la armadura de Dietrich y mata al gigante. Después libera a Dietrich con la ayuda del enano Eggerich (Eckerich).

De esta nueva versión hay un ejemplar, el Cod. Pal. germ. (Codices Palatini Germanici) 67, publicado en 1470, en Stuttgart, por Werkstatt Ludwig Henfflin, que ha sido digitalizado por la Universidad de Heidelberg. De él hemos extraído las siguientes reproducciones de algunas de sus láminas. En esta obra Dietrich viste un jubón de dos colores similar al que lleva un bardo que aparece como narrador al comienzo de la obra. Hacia fines de siglo XV este tipo de colorida vestimenta era habitual engre bardos, juglares y los jóvenes en general. La vestidura de Dietrich que aquí se muestra como un joven de cabellera rizada y rubia, simboliza a la juventud inexperimentada y atolondrada. El jubón lleva el color rojo, símbolo de la lucha, el fuego y la guerra; y el verde, que significa inexperiencia (como en nuestra expresión «está un poco verde», aludiendo a la fruta sin madurar). El ilustrador pinta así a un Dietrich joven, algo atolondrado, deseoso de probarse a sí mismo en combate.

Sigenot

Un trovador comienza a narrar la historia

Sigenot

Hildebrand le cuenta a Dietrich quien es el gigante Sigenot

El códice, como ya hemos apuntado, fue escrito por Ludwig Henfflin para Margarita de Saboya, y se compone de 201 ilustraciones, muchas para un libro de 106 páginas. Lo curioso es que tienen todas la misma estructura y están diseñadas para que el libro funcione como un folioscopio; es decir, como una publicación que, si se pasan rápidamente las páginas, parece ilustrar en movimiento una historia gráfica.

Sigenot

Dietrich mata al hombre salvaje y libera al enano Baldung.

Sigenot

Dietrich despierta al gigante Sigenot y combate con él.

Sigenot

Sigenot se lleva prisionero a Dietrich

Sigenot

Sigenot captura a Hildebrand.

Sigenot

Hildebrand se libera y mata al gigante.

Sigenot

Hildebrand atrapa al rey Eggerich.

Sigenot

Con la ayuda del enano libera a Dietrich.

Sigenot

Dietrich y Hildebrand regresan a Berna.

Los nombres de Sigenot y Eggerich no aparecen en textos anteriores a éste, de modo que algunos estudiosos, como Werner Hoffmann, creen que el poema es una invención del siglo XIII. Pero el tema de Dietrich prisionero de gigantes está presente en textos anteriores. El poema también menciona el combate entre Dietrich y los gigantes Hilde y Grim, que se describe en la Saga de Teodorico de Verona.

Varios de los manuscritos han sido digitalizados (fuente, artículo del usuario Ermenrich para wikipedia en alemán:

Créditos

1: By 1606 - http://digital.staatsbibliothek-berlin.de/werkansicht?PPN=PPN814202969&PHYSID=PHYS_0124&DMDID=DMDLOG_0001, CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=68649002

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